CRISTO RESUCITADO
Cristo resucitado,
que fundamentas
todo lo que ocurre
en todos los niveles de la realidad:
nos gustaría confiar más
en tu deseo de vida
en abundancia para todos los vivientes.
Cristo resucitado,
que impeles
los dinamismos
de toda la realidad:
quisiéramos acercarnos
a comprender algo de tu misterio
que nos acompaña día a día
en nuestra sed,
en nuestras luces,
en nuestro humano vivir.
Cristo resucitado,
que posibilitas
la apertura a la santidad
de todos los seres humanos:
muéstranos los mejores caminos
para que tu amor sane
los corazones malheridos
en las miserias humanas,
demasiado humanas.
Cristo resucitado,
que vivificas nuestras sombras,
nuestras laceraciones,
nuestras penas
tan hondas,
tan dolorosas,
tan tristes
quisiéramos reconocerte
en los pequeños signos de esperanza
que los sembradores de misericordia
implantan en nuestras vidas.
Cristo resucitado,
que saneas
lo que parecía sin arreglo:
ábrenos el entendimiento del corazón
para que nunca perdamos la esperanza
en los seres humanos que nos rodean.
Cristo resucitado,
que alzas,
que elevas,
que estimulas:
danos audacia para
sumarnos a los mejores
en la construcción de ese mundo mejor
que tanto y tanto necesitan
los arrojados en los márgenes de la historia.
Cristo resucitado,
que aúnas,
que empastas,
que alimentas
los procesos de comunión
en la historia de los esfuerzos
de los constructores
de la nueva humanidad:
danos constancia para seguir aportando
inteligencia y amor en los lugares
donde nos comprometemos
con el Reino de Vida,
tu Reino de Vida. .
Cristo resucitado,
que dejas espacio
para que colaboremos contigo
en el crecimiento
del amor,
de la libertad
y de la santidad:
ilumina nuestras mentes
y nuestros corazones
para mejorar constantemente
nuestras presencias,
nuestros mensajes,
nuestras acciones.
Cristo resucitado,
fascinante fuente de misericordia.
Cristo resucitado,
rostro de los rostros de la bondad.
Cristo resucitado,
sabiduría santa.
Danos audacia
y valentía
para seguirte
ahora y siempre.
Amén.
Aleluya.
Aleluya.
Aleluya.