ATESORAR
Atesorar
Señor, somos como somos,
pequeños egos
que sobrevivimos como podemos
en estos extraños tiempos
que nos asustan y nos paralizan.
Señor, somos como somos:
buscamos atesorar validaciones externas, éxitos, prestigios.
Pero en el fondo de nuestro corazón ansiamos tu mirada sobre nosotros.
Señor, somos como somos:
necesitamos poseer, acumular, presumir para sentirnos alguien ante los demás.
Pero en el fondo de nuestro corazón sabemos que sólo tú calmarás nuestra sed.
Señor, somos como somos:
despreciamos una y otra vez a los que consideramos que son mejores que nosotros.
Pero en el fondo de nuestro corazón sabemos que nuestras heridas sólo las puedes sanar tú.
Señor, somos como somos:
vamos por la vida con una amplia gama de disfraces para quedar bien sea como sea.
Pero en el fondo de nuestro corazón sabemos que tú conoces lo que habita en nuestro corazón.
Señor, somos como somos:
expresamos muy a menudo nuestra frustración porque las cosas no salen como queremos.
Pero en el fondo de nuestro corazón sabemos que todo lo que pasa tiene un designio de amor.
Señor, somos como somos:
huimos de nosotros mismos con nuestra hiperactividad, nuestra inquietud, nuestra aceleración.
Pero en el fondo de nuestro corazón sabemos que sólo podemos descansar en la comunión contigo.
Señor, somos como somos:
nos interesan, de verdad, pocas cosas de los demás.
Pero en el fondo de nuestro corazón sabemos que somos uno en nuestra peregrinación hacia el Reino.
Señor, somos como somos:
vamos de tibieza en tibieza frente a las necesidades de amor nuestras y de los demás.
Pero en el fondo de nuestro corazón queda el rescoldo que sólo tú puedes avivar.
Señor, somos como somos:
acumulamos mediocridades,
acumulamos miedos,
acumulamos justificaciones.
Señor, somos como somos:
humanos demasiado humanos.
Señor Jesús,
ten piedad de nosotros.